¿Fuiste a la marcha del 30 de agosto?

29.9.08

CUENTO

¡FUMAR NO ESTÁ DE MODA!
POR:Silvia(chiviz)

En una ciudad metrópolis donde la gente abunda por las calles, donde se ven miles de puestos ambulantes, de esas ciudades donde parecen que viven en una burbuja de humo, se oye el pitido de autos, el estrés de la comunidad y se ven las pequeñas áreas verdes de parques cercanos a los pobladores y en un pequeño edificio color rojizo deslavado se encuentra sentado observando por la ventana Armando, parecía tener mucho tiempo de sobra y escasa imaginación para hacer algo bueno con sus días, la vida no le pasaba en sí , ni los juegos eran tan divertidos, ni la tele tan entretenida y mucho menos hablas de libros –¡son muy largos, aburridos y todos son iguales!-rezongaba con los brazos cruzados soltando un enorme bostezo.
De repente su mirada fue captada en unos chavos que se encontraban platicando, riendo, jugando cartas, fumando y tomando en el parque que estaba en frente de su edificio. Entusiasmado por ser parte de este momento se bañó, se arregló, acomodó su cabello hacia atrás y después de bañarse en perfume, bajó rápidamente las escaleras de su edificio, saliendo a la calle principal caminando en dirección al parque.
Al llegar a unos metros de los chavos, alentó su paso mientras ellos notando su presencia lo voltearon a ver con curiosidad –que onda, ¿te unes a la partida de cartas? Acabamos de comenzar- Armando se emocionó demasiado, pensó que sería más complicado unirse a ellos, pero fue muy bien recibido, pasó toda su tarde con ellos, jugando, bebiendo, fumando por primera vez.
Cuando llegó a su casa ya adentrada la noche, su mamá lo esperaba con una cara de molestia que no podía ocultar ni con todo el maquillaje que usaba -¡¿dónde estabas?!- preguntó exaltada y enojada –ay mamá por favor, siempre estoy encerrado aquí en la casa ya era justo que saliera, nomas estuve aquí con mis nuevos amigos en el parque jugando cartas- Respondió el con ese clásico tonto que todos usamos, si, “todos” para responderle a nuestros papás.
Al dirigirse a su cuarto, su mamá percibió en él un inmenso olor a cigarro que había quedado impregnado en su playera -¿estuviste fumando verdad Armando José?- dijo su mamá muy molesta, que digo molesta, ¡furiosa! -¡estás loca! Por supuesto que no estuve fumando- obviamente si estuvo fumando, pero bueno, su mamá estaba muy enojada y cuando hacemos algo malo generalmente no lo aceptamos y menos si ya se acerca el fin de semana, de repente su mamá dijo las peores palabras que te pueden decir y las cuales pueden ser las causantes de que la llamada de atención pase directamente a primera división, dijo… -¡¿LOCA YO? LE VOY A DECIR A TU PAPÁ ARMANDO JOSÉ, VAS A VER!- y ahí entra el contra ataque –pues entonces yo le voy a decir a mi papá que el dinero que te dio en la semana te lo gastaste en unas bolsas rete carísimas de disque piel cocodrilo- dijo Armando mientras corría velozmente a su cuarto antes de que su mamá lo alcanzara y usara el poderoso chanclazo, el arma favorita, consentida y por elección de las madres mexicanas.
Estando ya en su territorio, Armando se sentía seguro y después de todo ese espectáculo montado como telenovela, pensaba en que había sido el día más genial de su vida, se sentí a todo un hombre –ya fumo, es más creo que ya me está saliendo barba- mirándose al espejo mientras pasaba su mano por su barbilla.
Por todo el periodo de vacaciones, durante dos meses consecutivos, aquella experiencia de esa tarde se repitió día tras día, para al cabo de ese tiempo, notaba su rostro distinto, su piel distinta, demacrada y sin sentirse enfermo tenía una tos molesta y lo lastimaba un poco.
Su mamá al notar esa situación sabía que algo no estaba del todo bien así que lo llevó al doctor.
Estando en el consultorio el doctor de primera instancia se percató de que Armando era muy joven y empezó a realizarle ciertas preguntas, entre ellas… -¿fumas? Y con un poco de miedo por la presencia de su madre, pero sabiendo que estaba de por medio su salud, no le quedó de otra más que afirmar la pregunta… -si doctor- con pena en sus ojos miró a su mama, -válgame pero ¿cuántos años tienes muchacho? Con unos ojos redondos y grandotes miró el doctor a Armando y elevando el pecho y haciendo un intento de tono de voz como el de un adulto respondió –ya tengo 14 años doctor- soltando una inmensa carcajada el doctor le contesto –muchacho pero si eres un escuincle lo que tu deberías hacer, se llama ejercicio y dejar de hacer cosas como fumar, no te hace ver maduro, te hace ver peor que un chiste- dándole una palmada en el hombro, mira -Fumar un solo cigarro contrae tus células durante 90 minutos y si consumes una cajetilla diaria, no recibes el oxígeno necesario para llevar a cabo el correcto metabolismo de tu organismo- la xara de Armando empezaba a notarse preocupada y se veía con curiosidad en el reflejo del escritorio del doctor, - y eso no es todo- dijo el doc. -Tu piel se hace más gruesa y flácida, por lo que pierde su tono original y su juventud. Todo esto, junto con los efectos oxidantes de muchos de los componentes del humo del tabaco, contribuye a la aparición de arrugas y envejecimiento prematuro, así que si lo que busca usted hombrecito es verse más grande y dejar de tener esa hermosa piel que tienen los jóvenes a su edad, siga fumando como horno de fábrica- Armando ya estaba más pálido que un fantasma -¿y las tos doc.? Dijo el niño a lo que con cara de obviedad respondió el doctor -Al obstruir los pulmones, el tabaco suele provocar muy a menudo tos violenta y ese es un signo de advertencia o le paras o no la cuentas mi amiguito-el doctor despidió a Armando y a su mamá no sin antes darle indicaciones, opciones de ejercicio y deportes, una dieta balanceada y consejos para llevar una vida saludable lejos de los vicios.
Armando sin duda comprendió algo en ese momento, no hay ninguna diversión ni ninguna “amistad”, ni ningún pretexto para poner por delante la salud, a fin de cuentas no hay diversión sin “vida”.
No te ves más maduro ni a la moda, ni más grande ni más experto haciendo cosas nocivas que los demás hacen, al contrario la gente valora mucho más a las personas que saben decir “No”, si lo que quieres es que la gente te vea y hable de ti, pues que hable por las cosas buenas que realizas y porque eres a partir de leer esto, a partir de hoy, alguien sin ser un adulto va a cambiar la visión y la salud del mundo.

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