Dolores del Rio
Hace mucho tiempo, cuando la Época de Oro estaba en su auge, yo era considerada una de las mayores divas del cine Mexicano.
Nací en Durango, el 3 de agosto de 1904, en una familia acomodada económicamente. Mi padre se llamaba Jesús Leonardo Asúnsolo y mi madre Antonia López Negrete. Mi infancia fue como la de toda niña, fue muy tranquila hasta que la Revolución llego y cambio mi vida para siempre. Mi padre al caer en la realización de que la situación era grave en verdad, emigró hacia los Estados Unidos y mi madre junto conmigo, nos marchamos a la Ciudad de México.
Una de mis pasiones fue el baile, fue ahí también donde conocí a quien se convertiría en mi primer esposo, Jaime Martínez del Rio. Contrajimos matrimonio en 1921 , lo ame como a ningun otro.
Mi vida dio un giro inesperado, cuando conoci a un joven con el nombre de Edwin Carewe, y el impresionado por mi personalidad, me invitó a interpretar un pequeño papel en la película que estaba dirigiendo en Hollywood. La verdad fui por simple curiosidad, casi como un capricho sin futuro alguno.
Llegue a Hollywood con grandes esperanzas, y a un mundo completamende distinto. Aquel éxito inicial tuvo, sin embargo, sus consecuencias. Mis peculiares rasgos físicos condicionaron desde aquella primera película (“Joanna”) los papeles que me ofrecian, interpretando siempre, personajes muy concretos, marcados por mis orígenes étnicos y mi radiante belleza; me converti, en Estados Unidos ,la "mujer latina" por excelencia, un arquetipo de pasión y fuego alimentado por la fantasía anglosajona.
Tras regresar a México en 1942, a mi llegada me es ofrecido el papel protagónico del filme "Flor Silvestre" (actuando al lado de Pedro Armendáriz), el cual se convirtio en un clasico de la Epoca de Oro.
Pero la época dorada también conoció su declive y, sin duda, este comenzó con la desaparición física de muchos actores de renombre de la época y la constante variación de los gustos del público. A pesar de todo, continue activa en el medio, me concentre en realizar obras en el Teatro Clásico, algunas de ellas fueron: El Abanico de Lady Windermere (1959), Espectros (1962), La Vidente (1963), Camino a Roma (al lado de Wolf Rubinsky) y La Dama de las Camelias.
En el año de 1962 perdi a mi madre, durante la temporada de Espectros pero no deje que esto me derrotara, no deje que mis sentimientos y mi dolor se interpusieran, creo que mi madre hubiera estado orgullosa de mi.
La ultima película que protagonize fue "Los Hijos de Sanchez", durante este tiempo participe en labores de beneficencia y apoyo a los actores, funde el grupo Rosa Mexicano y la Casa Estancia Infantil, encaminada a asistir a través de labores de beneficencia a niños huérfanos.
Hacia el año de 1983 comenze a experimentar problemas de salud, decidi trasladarme a la ciudad de Newport Beach, California y fue ahí, donde falleci a la edad de 79 años. Ahora me hallo situada en la Rotonda de las Personas Ilustres por su contribución cultural a México.
Nací en Durango, el 3 de agosto de 1904, en una familia acomodada económicamente. Mi padre se llamaba Jesús Leonardo Asúnsolo y mi madre Antonia López Negrete. Mi infancia fue como la de toda niña, fue muy tranquila hasta que la Revolución llego y cambio mi vida para siempre. Mi padre al caer en la realización de que la situación era grave en verdad, emigró hacia los Estados Unidos y mi madre junto conmigo, nos marchamos a la Ciudad de México.
Una de mis pasiones fue el baile, fue ahí también donde conocí a quien se convertiría en mi primer esposo, Jaime Martínez del Rio. Contrajimos matrimonio en 1921 , lo ame como a ningun otro.
Mi vida dio un giro inesperado, cuando conoci a un joven con el nombre de Edwin Carewe, y el impresionado por mi personalidad, me invitó a interpretar un pequeño papel en la película que estaba dirigiendo en Hollywood. La verdad fui por simple curiosidad, casi como un capricho sin futuro alguno.
Llegue a Hollywood con grandes esperanzas, y a un mundo completamende distinto. Aquel éxito inicial tuvo, sin embargo, sus consecuencias. Mis peculiares rasgos físicos condicionaron desde aquella primera película (“Joanna”) los papeles que me ofrecian, interpretando siempre, personajes muy concretos, marcados por mis orígenes étnicos y mi radiante belleza; me converti, en Estados Unidos ,la "mujer latina" por excelencia, un arquetipo de pasión y fuego alimentado por la fantasía anglosajona.
Tras regresar a México en 1942, a mi llegada me es ofrecido el papel protagónico del filme "Flor Silvestre" (actuando al lado de Pedro Armendáriz), el cual se convirtio en un clasico de la Epoca de Oro.
Pero la época dorada también conoció su declive y, sin duda, este comenzó con la desaparición física de muchos actores de renombre de la época y la constante variación de los gustos del público. A pesar de todo, continue activa en el medio, me concentre en realizar obras en el Teatro Clásico, algunas de ellas fueron: El Abanico de Lady Windermere (1959), Espectros (1962), La Vidente (1963), Camino a Roma (al lado de Wolf Rubinsky) y La Dama de las Camelias.
En el año de 1962 perdi a mi madre, durante la temporada de Espectros pero no deje que esto me derrotara, no deje que mis sentimientos y mi dolor se interpusieran, creo que mi madre hubiera estado orgullosa de mi.
La ultima película que protagonize fue "Los Hijos de Sanchez", durante este tiempo participe en labores de beneficencia y apoyo a los actores, funde el grupo Rosa Mexicano y la Casa Estancia Infantil, encaminada a asistir a través de labores de beneficencia a niños huérfanos.
Hacia el año de 1983 comenze a experimentar problemas de salud, decidi trasladarme a la ciudad de Newport Beach, California y fue ahí, donde falleci a la edad de 79 años. Ahora me hallo situada en la Rotonda de las Personas Ilustres por su contribución cultural a México.
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