¿Fuiste a la marcha del 30 de agosto?

25.8.08

*Una Reina*

Había una vez una niña llamada Betty, ella le encantaba ir a la escuela, conocer gente y sobretodo soñaba en ser una Reina de Belleza. Tenía una meta que quería cumplir, era participar en un Concurso de Belleza. Pero poco a poco olvido lo que quería, se estaba dando por vencida porque no encontraba a alguien que le ayudara.

Al cumplir dieciocho años volvió la ilusión de participar en un certamen y como caído del cielo unas personas fueron a promocionar un concurso el cual se trataba de encontrar a una muchacha guapa, fotogénica y simpática. Betty revisó las bases para el concurso y noto que fue hecho para ella.

Esa misma tarde se fue a inscribir y vio a unas chavas, bonitas pero intrigosas y egocéntricas, Laura y Fabiola parecían modelos profesionales. Laura se acercó a Betty y le dijo: Vas a participar, sorry pero vas a perder, no eres apta para estar aquí, así que evita la pena que te eliminen ante todo el mundo. Como Betty es muy educada no le contestó.
Betty estaba muy desilusionada; Doña Carmen era una señora muy inteligente y muy linda, la vio que estaba muy triste y le dijo – hija, no te preocupes, no hagas caso a lo que te dicen, tienes mucho potencial y lo vas a lograr-, y con su delicada voz Betty contestó – ¿Cómo esta tan segura?, si ellas son hermosas, parecen modelos profesionales y míreme, no soy como ellas- la señora la miró y le dijo –sólo ten confianza en ti y lograrás lo que te propongas-.
Los ensayos comenzaron quedaba poco tiempo para el concurso y Betty estaba muy feliz, tenía confianza en sí misma y era la mejor, de las favoritas de los jueces. Laura y Fabiola estaban celosas y no soportaban que Betty fuera la mejor.
El día del concurso Betty tenía todo listo, su vestido era el más bonito de todos, tenía fe y confianza de que ganaría. Laura por envidia le robo el vestido, lo rompió y lo volvió a poner en su caja donde Betty lo había guardado.
Un poco antes de la pasarela final fue a buscar su vestido para ponérselo, cuando llegó por él vio que estaba roto se puso muy triste, pero Doña Carmen se dio cuenta de quienes habían sido; ella no quería que Betty perdiera, así que rápidamente y casi por arte de magia apareció un vestido de lo más hermoso y elegante, Betty estaba sentada en un rincón y lloraba amargamente pues pensaba que todo sus sueños se habían apagado.

Doña Carmen se acerco a ella y con su dulce mirada le dijo –Betty no te preocupes y mira para que concurses y ganes te traje este vestido, póntelo rápido que ya casi te toca desfilar-. Betty se seco las lágrimas, corrió a ponerse su nuevo vestido, y rápidamente se fue a la pasarela.
Comenzó a desfilar y por supuesto impacto a los jueces, por su seguridad y confianza; aparte de que lucía hermosa. Estaba algo reñida la competencia y las finalistas fueron tres: Betty, Laura y Fabiola. Las tres empataron y para poder decidir a la ganadora se tenía que recurrir al juez secreto, una persona que estuvo todo el tiempo con ellas sin que las participantes lo notaran… y el juez secreto era Doña Carmen y por supuesto la ganadora fue Betty, ya que era la mejor, persevero, lucho y lo logro. Así como Betty tu nunca pierdas el sueño de tener algo, todo lo que te propongas hazlo y lucha por lo que quieres, si tienes fe y confianza lo lograrás.

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