El hombre y los OSOS!(:

· Al igual que el hombre, los osos tienen una conexión especial en cuestión de relaciones madre-hijos. Los osos son una especie de mamíferos, que viven en lugares templados como bosques y montañas, o en el caso del Oso Polar, en el Polo Norte y la Tundra.
Los osos nunca están en el mismo lugar, siempre van recorriendo territorios nuevos y solamente viajan solos.
Estas especies invernan durante el frio aproximadamente como 6 meses, y se emparejan mutuamente. Su alimentación consiste en pescado, como el salmón, también miel y ciertas frutas del entorno.
Los osos encuentran su pareja, al igual que los seres humanos, pero no se quedan juntos para formar y criar a su familia.
Con respecto a las relaciones madre-hijos, la Osa desde el nacimiento de sus oseznos, siente la necesidad de protegerlos de cualquier peligro que pueda presentarse. Les busca alimento, los mantiene calientes por las noches, les enseña toda clase de métodos de defensa propia y lo más importante, les enseña cómo sobrevivir.
Ya cuando sus crías son lo suficientemente grandes para vivir solos, cada uno parte en caminos diferentes, y así van en busca de su pareja. Y vuelve a empezar el ciclo.
Al hablar de los hombres, nosotros tenemos un ciclo de vida: nacemos, crecemos, nos reproducimos y de ahí fallecemos.
Los seres humanos son especies acostumbradas a estar en grupos, no pueden estar solos ya que necesitan relacionarse con los demás.
Desde que estamos en el vientre de nuestras madres, desarrollamos un tipo de relación muy fuerte, ya que dependemos totalmente de ellas. Durante 9 meses, las madres cuidan, protegen y nutren a sus hijos, de tal forma que crezcan completamente sanos. Cuando los hijos se encuentran en el vientre materno, ellos pueden adquirir conocimientos como por ejemplo: aprenden a reconocer la voz de sus madres, sonidos del exterior, son capaces de comprender y aprender.
Al nacer, los niños dependen de sus madres para poder sobrevivir, al principio los niños no necesitan muchas cosas de los padres, tienen necesidades básicas como: comer, higiene personal, dormir y demás.
A diferencia de los osos, que no necesitan una figura paterna, los seres humanos necesitamos a dos figuras representativas, de los cuales podemos desarrollar más adelante nuestra personalidad y valores.
Cuando vamos creciendo, y aun somos niños, nosotros dependemos de nuestros padres de tal forma que no podemos hacer cosas por nuestra cuenta. Necesitamos ciertas instrucciones y demostraciones para poder realizar actividades. Con el transcurso del tiempo, desarrollamos nuestra capacidad mental y motriz, paso a paso vamos creando nuestra personalidad, nuestra conciencia y nuestra dependencia a nuestros padres, se va desvaneciendo.
A pesar de que nuestra dependencia se desvanece, esta no se disuelve por completo. Siempre necesitamos a los padres, desde pequeños hasta casi la hora de la muerte.
El lazo de madre-hijos en los seres humanos es especial, único y no hay unión más fuerte que esto. Se crea desde el embarazo y nunca termina. Con esto se entiende.


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Sintesis
Podemos explicar la similitud en cuanto a conductas entre los animales y seres humanos.
Al igual que el hombre, los osos tienen una conexión especial en cuestión de relaciones madre-hijos. Los osos son una especie de mamíferos, que viven en lugares templados como bosques y montañas, o en el caso del Oso Polar, en el Polo Norte y la Tundra.
Con respecto a las relaciones madre-hijos, la Osa desde el nacimiento de sus oseznos, siente la necesidad de protegerlos de cualquier peligro que pueda presentarse. Les busca alimento, los mantiene calientes por las noches, les enseña toda clase de métodos de defensa propia y lo más importante, les enseña cómo sobrevivir.
Ya cuando sus crías son lo suficientemente grandes para vivir solos, cada uno parte en caminos diferentes, y así van en busca de su pareja. Y vuelve a empezar el ciclo.
Desde que estamos en el vientre de nuestras madres, desarrollamos un tipo de relación muy fuerte, ya que dependemos totalmente de ellas. Durante 9 meses, las madres cuidan, protegen y nutren a sus hijos, de tal forma que crezcan completamente sanos. Cuando los hijos se encuentran en el vientre materno, ellos pueden adquirir conocimientos como por ejemplo: aprenden a reconocer la voz de sus madres, sonidos del exterior, son capaces de comprender y aprender.
Al nacer, los niños dependen de sus madres para poder sobrevivir, al principio los niños no necesitan muchas cosas de los padres, tienen necesidades básicas como: comer, higiene personal, dormir y demás.
A pesar de que nuestra dependencia se desvanece, esta no se disuelve por completo. Siempre necesitamos a los padres, desde pequeños hasta casi la hora de la muerte.
Podemos concluir que el lazo madre-hijos en los seres humanos y osos es especial, único y no hay unión más fuerte que esto.

Gaby Alatorre