Alan y el Sr. monstruo
Había una vez en Inglaterra, un señor que nadie lo quería por una razón muy ilógica “le apestaba la boca y su aspecto personal era no muy aceptable”.
Un día unos niños de traviesos se acercaron a su casa para ver si era en verdad que existía un monstruo en esa casa.
Al llegar a la dirección se encontraron a un viejo en un sillón muy feo y entre sus tantas cosas que tenia, tenia un cigarro y muchas botellas de alcohol a lado de el, les dio mucho miedo y se fueron corriendo; pero solo uno se quedo, y se le acerco diciéndole.
Alan.-buenas tardes señor monstruo
Sr. monstruo.- que paso niño que quieres, ¿porque me dices así?
Alan.- ¿Cómo que como monstruo? ¿Pues así se llama no?
Sr. monstruo.- no, no me llamo así, bueno un día me llame Carlos, pero últimamente he visto me llaman así y no me explico la razón, creo que es porque toda la vida me la paso fumando y tomando
Alan.- pues creo que si y señor que le paso porque se puso así, un día escuche que usted a mi edad, era un joven muy apuesto.
Sr. monstruo.- si tú lo has dicho, yo era muy apuesto pero pues las cosas cambian, tu sabes las fiestas y todo me fueron acabando; te voy a contar como fue mi vida.
Una vez yo fui como tu, un niño normal que la vida era lo mejor que podía tener, yo era tan saludable como tu, pero una vez me enamore y por ese amor hice muchas cosas, cosas que me llevaron a la ruina.
Era un 1 de abril cuando la vi por primera vez, ella era una niña que se llevaba con todo mundo , pero era alcohólica, y fumaba mucho , y yo era lo mas contrario, era un niño reservado “ de casa se podría decir” y todo lo hice para poder llevarme con ella. Lo que hice fue empezarme a llevar con sus amigos pero para poder entrar a su circulo social yo empecé a fumar, al principio me supo tan mal, pero luego me fui acostumbrando, hasta que pude llevarme con ella, me decía ella que al primer momento en que me vio se enamoro; y yo estaba tan enamorado que sentía que era lo mejor que me pudieron haber dicho.
Al empezar andar con ella, ella me insistía que comprara botellas de alcohol y cigarros, hasta que un día nos quedamos solo ella y yo en su casa y nos pusimos muy mal, yo sentía que daba vueltas, al otro día amanecimos con un dolor de cabeza y dolor que cuerpo que me tuvieron que llevar al hospital, desde ahí todo empezó mal.
Ella se vino a vivir conmigo, pero esas “Pedas” no fueron solo de una noche si no de varias, hasta que un día la tuve que llevar al hospital de emergencia, al salir el doctor me dijo que ella había muerto de cirrosis hepática. Yo quede destrozado tanto físicamente como mentalmente, empecé a hacer lo que ella tanto le gustaba que hiciera (fumar y tomar), hasta que un día me di cuenta que ya los años me habían pasado y además ya no me arreglaba, mi boca apestada, mi aspecto personal era muy feo, así que decidí morir, me intente suicidar, pero no se que paso que no pude, me dio mucho miedo; y bueno ahora soy el señor monstruo.
Alan.- no lo puedo creer; y usted no ha pensado que su vida puede cambiar, si quiere yo lo puedo llevar a un centro de rehabilitación, ahí lo pueden ayudar a poder cambiar su vida.
Sr. monstruo.- pues… vamos :)
¿Fuiste a la marcha del 30 de agosto?
29.9.08
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